Boletín de Prensa / 31 Mayo 2018
- Después de 7 meses de reclamos, Olga Inés Duque acudió a la Personería y logró que le devolvieran el dinero de la compra de su motocicleta.
- El automotor empezó a fallar 8 días después de comprado… Le habían negado 2 derechos de petición.
Para Olga Inés Duque residente en la comuna 4 – Aranjuez al nororiente de la capital antioqueña, la compra de una motocicleta se convirtió en toda una pesadilla. Esta mujer no sabía si movilizarse en su motocicleta arriesgándose a que presentara una nueva falla o continuar utilizando el transporte público
Esta vez no aplica la frase aquella de cajón que dice “la mejor marca es la nueva”, y aunque para muchos es mejor comprar un automotor nuevo que andar varado por adquirir de segunda, en este caso obtener la motocicleta en el propio almacén de la marca no fue ninguna garantía para ella.
El pasado 31 de julio, Olga cumplió uno de sus propósitos, adquirir su motocicleta nueva, cero kilómetros, como dicen recién sacada de almacén; esto, con el fin de movilizarse de su casa a su lugar de trabajo principalmente y adicional a esto, hacer recorridos por la Ciudad y porque no, visitar algunos municipios cercanos.
Pero su nueva motocicleta a los 8 días de comprada ya presentaba problemas de encendido y este fue el inicio de muchos problemas, le tocó pagar grúa para llevarla al almacén donde la compró para que la revisaran y le cumplieran con la garantía. Allí no terminaron los inconvenientes, una vez “resuelta” esa falla y pensando que era un tema superado, días después su motocicleta no tenía la fuerza para subir las calles de Aranjuez, donde reside y motos de menor cilindraje y con varios años de recorrido, pasaban por un lado a una velocidad de 30 kilómetros por hora mientras que en su nueva motocicleta no llegaba ni a los 10 kilómetros por hora, además, casi todo el trayecto debía hacer movimientos en zigzag para poder llegar a la cima de algunas vías, y si llevaba acompañante este tenía que terminar el recorrido a pie porque la motocicleta de 125 centímetros cúbicos no podía con dos personas en las pendientes o pequeñas lomas.
Los problemas continuaron, la llevaban al taller por garantía y le solucionaban el inconveniente pero a los días aparecía una nueva falla, no le funcionaba el pito, se dañó el tablero y no marcaba el estado del combustible, el asiento de atrás no ajustaba y ya ni en las vías planas del municipio de San Jerónimo respondía ni tenía la fuerza para hacer recorridos normales; fueron 15 las veces que su nueva motocicleta pasó por el taller en los primeros meses, y la mejor opción era dejarla guardada en la casa.
Cada que llevaba la moto al almacén donde la compró era reparada, pero a los días venía un nuevo inconveniente, por lo que Olga Inés Duque reclamó por sus derechos, ya que, la garantía de comprar algo nuevo brinda la tranquilidad de no estar reparando desgastes antes de llegar a ciertos kilómetros recorridos.
Reclamó que le entregaran otra moto con el riesgo que eso significa o la devolución del dinero, porque definitivamente su motocicleta no era una solución para la movilidad por las calles de la Ciudad, sino una incógnita a diario, porque no se sabía cuál sería la nueva falla y si al movilizarse en ella llegaría a su destino o tendría que desviarse y llevarla nuevamente por garantía, para los ajustes y arreglos correspondientes
En el concesionario le negaron dos veces el derecho de petición, en el que solicitaba que le devolvieran el dinero o le cambiaran la motocicleta. El argumento que le dieron fue que cada que pidió garantía se hicieron los arreglos y que como la moto estaba en el proceso de despegue, había que esperar a que terminara ese paso para tomar alguna decisión. Pero como consumidor al adquirir un producto nuevo, entre otras cosas, se busca la tranquilidad de disfrutarlo sin inconvenientes y en el caso de los automotores sin tener como agenda diaria la revisión en un taller.
Ya desesperada por esta situación, Olga Inés Duque decidió aceptar el consejo de una amiga y busco ayuda en la Personería de Medellín, donde abogados de esta agencia del Ministerio Público, hicieron una reclamación por violación a las normas de protección al consumidor y tan solo a los 8 días ya la estaban llamando del concesionario para la devolución de su dinero.
Estoy muy agradecida con la Personería de Medellín, estaba desesperada ya con esta situación y afortunadamente con la asesoría que me dieron en la allí, fue atendida mi solicitud y me devolvieron mi dinero, expresó Olga Inés Duque.
La Unidad de Protección del Interés Público de la Personería de Medellín, tiene dentro de sus servicios para la comunidad, la asesoría para las reclamaciones a productores y vendedores que no cumplen con las condiciones de los bienes o servicios ofrecidos, para hacer valer sus derechos como consumidor, contemplados en la Ley 1480 de 2011 que expidió el estatuto del consumidor.
Hoy quiero decirle a las personas que tengan inconvenientes a la hora de hacer una compra, sobre todo si los productos no son lo que les prometieron o presentan fallas que acudan a la Personería de Medellín y hagan valer sus derechos como consumidor, indicó Olga Inés Duque.
La Personería de Medellín viene realizando un papel fundamental, en la defensa de los consumidores haciendo un seguimiento continuo ante las irregularidades que se presentan en la actividad mercantil, los ciudadanos deben exigir calidad e idoneidad de los bienes y servicios que se ofrecen, es por ello que esta agencia del Ministerio Público, en cumplimiento de su deber de guarda y promoción de los Derechos Humanos acompaña este tipo de reclamación ante la actividad comercial, en este caso, el deber de esta Entidad, es coadyuvar al ciudadano y su pretensión de ser reparado como consecuencia del estado defectuoso de su producto, exigiendo el cumplimiento de la garantía.
En el periodo de marzo de 2017 a febrero de 2018 se tramitaron 79 reclamaciones por derecho del consumidor, el caso más reiterado es la compra de aparatos de telefonía celular, en los cuales la garantía entregada al ciudadano no es una responsabilidad del establecimiento comercial si no de un tercero, dejando al comprador sin información adecuada ante su reclamación.
Como consumidores tenemos derecho a la reclamación directamente ante el productor y proveedor, para así obtener una reparación integral, oportuna y adecuada de todos los daños sufridos, así como tener acceso a las autoridades judiciales o administrativas para el mismo propósito; las reclamaciones podrán efectuarse personalmente o mediante un representante o apoderado.
Olga Inés Duque, no renuncia a su propósito de adquirir una motocicleta nueva para desplazarse por la Ciudad y municipios cercanos, por eso está buscando otras marcas y alternativas para hacer una buena elección, pero ya con la tranquilidad que en la Personería de Medellín tiene un aliado que hace valer sus derechos como consumidor.