Boletines y comunicados – 2020 27 Octubre 2020
- El regreso de estas personas a los centros carcelarios y estaciones de policía aumentará los niveles de hacinamiento
- Además los centros de reclusión no cuentan con espacios para el aislamiento de los positivos de COVID-19
Ante el cumplimiento de los seis meses de aplicación del decreto 546 por medio del cual se adoptaron algunas medidas para sustituir la pena de prisión y la medida de aseguramiento de detención preventiva en establecimientos penitenciarios y carcelarios por la prisión domiciliaria y la detención domiciliaria transitoria en el lugar de residencia a personas en situación de mayor vulnerabilidad frente al COVID-19 para prevenir y mitigar el riesgo de propagación del virus, la Personería de Medellín pidió al gobierno nacional extender sus efectos ya que el regreso de esas Personas Privadas de la Libertad, a los centros carcelarios y estaciones de policía aumentará los niveles de hacinamiento y todos las problemáticas que se registran en estos sitios.
En el caso del departamento de Antioquia unas 350 Personas Privadas de la Libertad, recibieron el beneficio de detención domiciliaria en la aplicación de ese decreto y el retorno de estos a los centros de reclusión y estaciones de policía genera un nuevo riesgo ya que su libertad se autorizó por su situación de mayor vulnerabilidad frente al COVID-19, la pandemia no ha terminado y el riesgo para ellos continúa, además las estaciones de policía y centros de reclusión no cuentan con espacios para el aislamiento de los positivos de coronavirus y se puede generar un incremento de los positivos por este virus en esos sitios.
“Con el propósito de garantizar la integridad y hacer valer los derechos de la Personas Privadas de la Libertad y de los funcionarios del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario – INPEC –, desde la Personería de Medellín, solicitamos al gobierno nacional extender los efectos del decreto 546 que otorgó beneficios de detención domiciliaria”, expresó el personero municipal, William Yeffer Vivas Lloreda.
Si se da el retorno de estas personas, además del riesgo de propagación del COVID-19, está el incremento de la situación de hacinamiento en las estaciones de policía que hoy supera el 500 por ciento, además de las problemáticas identificadas por esta agencia del Ministerio Publico y que enfrentan las personas retenidas como la mala calidad de la alimentación; la provisión insuficiente de agua potable y dispositivos para el aseo diario; la carencia de luz solar y entradas de aire fresco; la falta de lugares para dormir y para ejercer actividades diarias de esparcimiento, trabajo, estudio, capacitación, entre otras; la descontrolada propagación de enfermedades infectocontagiosas y respiratorias, los virus y bacterias, que son adquiridos y contagiados dadas las condiciones de hacinamiento y desaseo en que se encuentran.